Antecedentes del colegio

 El 7 de abril de 1881, el Maestro Justo Sierra presentó ante la Cámara de Diputados, el Proyecto de Ley Constitutiva de la Universidad Nacional, el cual, proponía, en su artículo 7°, inciso II, la creación de la Escuela Normal y de Altos Estudios, la cual “…tendrá por objeto formar profesores, perfeccionar los estudios hechos en las escuelas profesionales y crear especialistas, proporcionando conocimientos pedagógicos, literarios y científicos de un orden superior y conforme a métodos esencialmente experimentales y prácticos. Al instalarse la Universidad, cuidará el gobierno de que desde luego se establezcan cursos completos de pedagogía…”. [2]

Finalmente, en 1910, se creó la Universidad Nacional de México y con ella, la Escuela Nacional de Altos Estudios (ENAE), la cual quedó organizada en tres secciones, siendo la primera la de Humanidades, la cual comprendía: “las lenguas clásicas y las lenguas vivas, las literaturas, la filología, la pedagogía, la lógica, la psicología, la ética, la estética, la filosofía y la historia de las doctrinas filosóficas”.[3]

En 1924 la ENAE se reorganizó quedando estructurada en tres dependencias: las facultades de Graduados y la de Filosofía y Letras y la Escuela Normal Superior (ENS), en la que quedaron ubicados los estudios pedagógicos. En 1934, ésta última se separó de la universidad, y quedó adscrita a la SEP.

En 1924 la ENAE se reorganizó quedando estructurada en tres dependencias: las facultades de Graduados y la de Filosofía y Letras y la Escuela Normal Superior (ENS), en la que quedaron ubicados los estudios pedagógicos. En 1934, ésta última se separó de la universidad, y quedó adscrita a la SEP.

En 1954 la UNAM recibió las instalaciones de Ciudad Universitaria. El director de la Facultad, el Maestro Salvador Azuela, quien recientemente había tomado posesión en el cargo, decidió iniciar una reestructuración completa tanto en lo académico como en lo administrativo de la entidad, propósito con el cual dio inicio al proceso “de reorganización de los actuales usos académicos […] y de su plan de estudios en vigor, buscando […] las fórmulas de trabajo que corresponden a su nueva vida en Ciudad Universitaria”.[4] Para ello, se formó una Comisión en la que participó, entre otros académicos, Francisco Larroyo quien habiéndose formado como filósofo en Alemania, introdujo la corriente Neokantiana en México y, desde esa postura, jugó un papel relevante en la transformación de la enseñanza de la Pedagogía y en la reconfiguración del perfil del profesional de la misma.

Los departamentos fueron transformados en Colegios, dando estatus y nivel diferente a la participación docente a través de prácticas colegiadas. En el caso de Pedagogía, se modificó la denominación y el enfoque epistemológico, disciplinario y profesional.

El Colegio de Pedagogía inició sus actividades en la Facultad de Filosofía y Letras, el 11 de abril de 1955, cuando el Doctor Roberto Solís Quiroga dictó la primera cátedra a la primera generación de la Maestría en Pedagogía, que ascendía a 17 estudiantes.

En 1960 se pusieron en marcha las licenciaturas en todas las carreras de la Facultad. El plan de estudios de la Licenciatura en Pedagogía se tomó prácticamente del que era impartido para la Maestría. Se cursaban 38 asignaturas-crédito-semestrales: 32 obligatorias y seis cursos semestrales optativos. Su duración era de tres años y se otorgaba el título de Pedagogo.

Seis años después, el 30 de noviembre de 1966, el Consejo Universitario aprobó un nuevo plan de estudios de pedagogía para los niveles Licenciatura, Maestría y Doctorado. En esta nueva normatividad académica se otorgaba el título de Licenciado en Pedagogía, la duración de los estudios aumentó a cuatro años, durante los cuales debían cursarse 50 materias-crédito-semestrales, de las cuales 32 eran obligatorias y 18 optativas a seleccionarse de una estructura organizada en cuatro áreas: Psicopedagogía; Sociopedagogía; Didáctica y Organización Escolar y Teoría, Filosofía e Historia. La estructura curricular suponía la elección de una de estas áreas. Poco tiempo después, dicha selección de área se volvió opcional, pudiendo elegirse asignaturas de las cuatro líneas, de acuerdo con el interés particular del estudiante.

A este plan de estudios se le hicieron diversas modificaciones hacia la segunda mitad de la década de los años setenta, entre las cuales se pueden mencionar las siguientes: en 1975, la Comisión de Trabajo Académico del H. Consejo Universitario, autorizó la incorporación de la asignatura Pedagogía experimental 1 y 2, a ser cursada en 5° y 6° semestres. En 1976 se aprobó la creación de otro grupo de asignaturas: Pedagogía contemporánea 1 y 2, para los mismos semestres, y los talleres de Didáctica 1 y 2, Orientación Educativa 1 y 2, Organización Educativa 1 y 2, Comunicación Educativa 1 y 2, Investigación Pedagógica 1 y 2, así como el Seminario de Filosofía de la Educación 1 y 2, para los semestres 7° y 8°. El plan conservó el mismo número de materias obligatorias y optativas a ser cursadas, señalado líneas arriba.

El día de hoy, después de un largo y productivo proceso de trabajo, en el que de manera colegiada participaron alumnos y profesores del Colegio, se ha iniciado la puesta en marcha de un Nuevo Plan de Estudios 2010, con el fin de enfocar la preparación de los futuros pedagogos universitarios hacia la comprensión y resolución de los problemas educativos del siglo XXI.

La propuesta del plan de estudios de la Licenciatura en Pedagogía fue aprobada por el Consejo Técnico de la Facultad de Filosofía y Letras el 27 de Abril de 2007; en tanto que el Consejo Académico del área de la Humanidades y las Artes aprobó este proyecto el 5 de Diciembre de 2008, y se ha puesto en marcha en el semestre 2010-1.

  • [1] Tomado de: MARTÍNEZ HERNÁNDEZ, Ana María del Pilar. “La enseñanza de la Pedagogía en la UNAM”, enPaedagogium. Revista Mexicana de Educación y Desarrollo. Año 2. Número 7. Septiembre- Octubre 2001. Pp. 29- 33.
  • [2] Sierra, Justo. “Proyecto de Ley Constitutiva de la Universidad Nacional”, en La educación nacional. México, UNAM, 1984. (Obras completas del maestro Justo Sierra, núm. VIII), p. 335. Los subrayados son de la autora.
  • [3] Sierra, Justo. “Ley Constitutiva de la Escuela Nacional de Altos Estudios”, en Op. Cit., p. 410. Los subrayados son de la autora.
  • [4] UNAM. FFyL. Archivo. Expediente de Planes de Estudio.